jueves, 28 de marzo de 2013

Pragmatismo sentimental.

Dudas.

De esas nos llenamos cuando nos damos mala vida por los efectos secundarios de las relaciones sentimentales, los cuales particularmente tienen una gran habilidad para coronar mis niveles de fatiga emocional. Estoy cansada de siempre recorrer el mismo old-road con cada relación que, en el comienzo parece tener un gran potencial pero luego atraviesa los estragos del ahora cotidiano drama, porque todas parecen caer en este punto. Cabe destacar que cuando hablo del mismo me refiero [quizás] al peor drama que se pueda enfrentar: El psicológico. Las populares preguntas que nos realizamos a nosotros mismos cuando alguien nos agrada son las que según mi teoría, pueden llegar a destruirnos. 

¿Será que en serio le gusto?
¿Cómo sé si le gusto? 
¿Eso será conmigo? 

Vainas infantiles que nos joden la vida pero que pensamos.

Las canciones de amor tampoco ayudan y es que cuando estamos en esta disyuntiva emocional, cualquier frase que escuchemos la relacionamos con nosotros, nuestro TL empieza a llenarse de frases cancioneras que están específicamente dirigidas a una persona y mientras que el % 20 de ti espera que las lea y considere para sí, el otro % 80 [por la timidez de brota de tus poros] no. Si la comunicación es la base de una buena relación ¿Qué nombre puede darsele a esto que pretende serlo pero que simplemente se llena que suposiciones que corren el riesgo de ser erróneas? … Si él no me escribe es porque no está interesado pensarán muchas, pero en mi caso yo tampoco le escribo y la verdad es que sí tengo cierto interés, es la timidez y el miedo a lo que piense lo que no me permite escribir un “Hola, ¿Cómo estás?” que no tenga una razón como excusa de respaldo, sino sólo el simple hecho de saber cómo está porque quiero hablar con él, porque lo extraño. Son las ganas de no arruinar lo que considero perfecto lo que no me permiten avanzar, a veces sólo quisiera ser más arriesgada pero es mucho lo que podría perder, esta amistad, aun así cómo está, la prefiero a que no tener nada y es ahí, cuando entonces reflexiono si debería ser más pragmática a nivel sentimental para abrir los ojos y desechar lo que no funciona, trabajar en lo que aporte a mi vida y brindarme un poco de felicidad. 


Menos daño y más decisión.

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